¿Cómo podemos destacar el nivel gastronómico de un territorio que vive alejado del relumbrón de las estrellas Michelín?
Respuesta: aplaudiendo una forma de trabajar centrada en una elegante cocina de producto.
En el espacio, la luz de las estrellas nos llega deformada por la distancia. Lo que parece ser, en realidad era. Lo que parece definir un lugar, en realidad se encuentra en otro.
Por el contrario, el producto te ancla a la realidad. Delimita tu filosofía. En definitiva: te conmina a trabajar desde el respeto por una tradición y por un territorio. Respeto por todos los que han llevado a cabo una tarea, y que te han legado una “forma de hacer” que con el tiempo ha dado lugar a unos frutos extraordinarios.
Aquí no es imaginable una macro-fiesta gastronómica con producto importado. Tampoco es este el lugar para una revolución culinaria. Pero no confundamos: no esperes platos desgastados, cubiertos desparejados o un servicio descuidado. Los cocineros de la Ría de Muros Noia han nacido admirando un producto excepcional, unos pescados y mariscos extraordinarios que forman parte de su identidad, y ellos se han esforzado porque su desarrollo personal y profesional esté al nivel de esa exigencia.
La Ría de Muros Noia ha comenzado recientemente una labor de promoción que inevitablemente le convertirá en el destino gallego de moda. Los visitantes se sorprenderán con un territorio que hace de la sostenibilidad su bandera. A todo esto no es ajeno el GALP Costa Sostible con sus programas Mar Galaica y Km. 0, que desde hace tiempo priorizan la utilización del producto local. En Turexpo, Silleda, se ha podido ver una muestra de este trabajo: no había stand más concurrido que el de los show cooking de Muros Noia.
¿El secreto? Cuando la calidad está tan cerca, te puedes permitir trabajar con calma, disfrutar con lo que haces y hacer partícipe de ello a tus clientes.